Dragón Blanco, sumérgeme en tú saber, ablanda mi realidad y ayúdame a vencer, a vencer el terror que me paraliza el corazón. Condúceme sin pausa al centro de mi ser, donde el amor inunda la esencia, un refugio en las estrellas donde mora nuestro hogar, su razón y sus sentidos. Tengo motivos para creer que mis pequeños ojos, no engañan a mi ser, Tengo razones para sentir que mis labios buscan en mi interior las caricias de mi corazón. Párpados que se entrecierran ante el placer de la vida, de la entrega del alma, al sentido del camino. Cada día me levanto, con la ilusión de poder ser con la esperanza de poder amar. Cada día me duermo, con el latido del tambor para poder soñar, aquello que soy. Son tiempos de recogimiento, de saber ganar y perder de emprender grandes aventuras y aprender de las desventuras, adentrarse al viaje interior de la mente y del espíritu, un viaje a través del tiempo y de las eras conocidas, a través de las células y d...