Arráncame la piel,
échame al fuego
y descuartiza mi cuerpo,
lánzalo lejos.
Busca los pedazos,
recompón el mosaico.
Vuélveme sensible,
reinvéntame de nuevo.
Haz que aprenda a mirar
y me vuelva a asombrar
que mi piel respire
y mis manos acaricien.
Busco en mí
algo de ti,
para no perderme
y amarte siempre.
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